El “Stato della Città del Vaticano” (Estado de la ciudad del Vaticano) es un micro país situado en la ciudad de Roma, Italia. Tiene una extensión de 0,439 km² (44 hectáreas) y una población de aproximadamente 900 habitantes. La forma de gobierno de este micro estado es muy curiosa, se trata de una “monarquía electiva y absoluta”es decir, el jefe de gobierno tiene pleno poder y es elegido. En este caso, el jefe de gobierno es además el jefe de la Iglesia Católica, el alemán Joseph Alois Ratzinger, renombrado como Benedicto XVI.
Tras esta breve introducción, paso a hablar del a situación LGTB en este estado. La Iglesia y por tanto el estado Vaticano rechaza completamente al colectivo, anuncian abiertamente que para ellos la homosexualidad es algo pecaminoso, antinatural y que debería ser extirpado como si fuera el cáncer de la sociedad. Es curioso que un país situado en el interior de Europa haga este tipo de comentarios y no sea castigado o por lo menos criticado por la UE. El problema reside en que el país más pequeño del mundo cuenta con el gobierno más grande, la Iglesia. Esta secta religión es una de las que mas adeptos tiene en todo el mundo, y una de las que más guerras ha causado. La Iglesia a tergiversado las Sagradas Escrituras para que allí figure exactamente lo que les ha parecido. Esta fue una de las razones por la cual Lutero decidió separarse de la Iglesia en el siglo XVI.
La Iglesia Católica critica a los homosexuales por que afirma que estos son unos degenerados y obsesos sexuales, es curioso que esto lo diga una organización que cuenta entre sus filas con un gran número de pederastas y pedófilos (muchos pensareis que no estoy siendo objetivo, pero a todos los que penséis así, únicamente tenéis que ver las noticias)
Uno de los motivos por los cuales en España cuesta tanto asimilar la homosexualidad es el yugo que ha ejercido durante tanto tiempo la Iglesia, afortunadamente, parece que la Iglesia ha dejado de tener ese embrujo sobre los españoles, desgraciadamente, aun a día de hoy, ciertos sectores tienen una gran devoción por esta organización y en muchos países la Iglesia aun tiene un gran poder (principalmente países sudamericanos).